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Prólogo a la segunda edición (reprint 2012) de
Texto de Penélope (Alción 1999)
Los cuatro diálogos con Didier Coste, que aquí figuran en traducción castellana, hubiesen debido prologar una antología de poemas míos traducidos al francés. Aunque prevista para el 1999, nunca vio la luz, porque la colección dirigida por Coste dejó de existir. Entretanto, ese mismo año, invitado para ser jurado de los premios literarios de la fundación Mujica Láinez, tuve la oportunidad de viajar a Córdoba. Habiendo estado fuera del país por más de un lustro, me pareció que debía aprovechar la ocasión, y publicar algo en Argentina. Así fue como, gracias al editor Juan Carlos Maldonado, Texto de Penélope apareció primero en castellano y, dadas las circunstancias a las que he aludido, únicamente en castellano.
En gran parte, las consideraciones que se expresan en Texto de Penélope siguen teniendo vigencia en el 2012, pero sólo en cuanto atañe a los aspectos más materiales y técnicos de mi práctica poética de aquella época. Una escritura que no acomoda la forma al sentido, sino que hace surgir el sentido de la creación de formas, y sobre todo, en mi caso personal, no de formas cualesquiera, sino de formas simbólicas. Así pues, con mis características propias, me inscribo en una tendencia específica de la modernidad, minoritaria por cierto, pero que no merece ser ignorada. Tal fue la línea hiperconstructiva y antirromántica de la “filosofía de la composición” de Edgar Allan Poe, prolongada y desarrollada por el “método del espejismo1” de Stéphane Mallarmé. Tal fue también, de manera muy similar, en prosa, la línea que surge de los “procedimientos” de Raymond Roussel, pasa por la “mise en abyme” de André Gide y desemboca en los dispositivos textuales autorepresentativos del Nouveau Roman de Jean Ricardou. Tal es, en el tiempo presente, la tradición de una producción literaria à contraintes2 que practican desde hace medio siglo los miembros del grupo Oulipo y diversos autores a nivel internacional. Tal es, en suma, el dominio literario que han explorando, y que siguen explorando, ya sin mí, las revistas Formules y FPC, que he codirigido hasta el 20103.
Todavía vigentes, pero muy insuficientes, son las alusiones que se hacen en los diálogos a un aspecto fundamental de mi trabajo poético de ayer y de hoy: el funcionamiento rigurosamente meditativo, sin fantaseo, de la imaginación creadora (la vera imaginatio de Paracelso). Por entonces, en efecto, yo no había ahondado lo suficiente la “capacidad simbólica” de las formas simples que utilizaba como “matrices para la imaginación creadora”. Ese trabajo de meditación, a la vez escritura e introspección psicológica profunda, ha ido madurando hasta la actualidad, durante la lenta realización de un proyecto evocado en el tercer diálogo, proyecto que se ha transformado en el libro Almiraphel, aún inéditoi4. Se trata de un monstruoso poema babélico que surge, como su antecesor Prosopopeïa (págs. 86-87), de un extraño verso sin sentido de la Divina Comedia, escrito en una lengua imaginaria: la frase que pronuncia en el Infierno Nemrod, el constructor de le torre de Babel, condenado a proferir eternamente un lenguaje incomprensible. El poema consiste en un collage de citas en más de 70 lenguas. Teóricamente, un políglota casi sobrehumano podría leer ese centón de corrido, mas en realidad el poema no puede ser descifrado por entero, a menos de utilizar una traducción. Meditar sobre ese detalle dio nacimiento, para mi sorpresa, a uno de esos seres ficticios que Pessoa ha llamado heterónimos y Machado apócrifos: un gran políglota capaz no sólo de leer, sino de escribir el poema babélico directamente en 70 lenguas. Así, en este momento tan fructuoso de mi producción poética, el ejercicio meditativo de la imaginación creadora ha engendrado primero, como en los casos anteriores, la lenta revelación de un sentido, plasmado en un texto poético à partir de ciertas formas simbólicas de base, pero ha engendrado sobre todo, en una segunda etapa, una dramaturgia y una narración: un yo distinto de mi yo, un nuevo poeta dotado de una personalidad compleja y fuerte, de una rica biografía y de nuevas obras apócrifas. De este modo, Almiraphel, en el cual la historia imaginaria de la composición del poema babélico y el poema propiamente dicho se mezclan en una ficción novelesca, se aparenta por ciertos aspectos a Monsieur Teste o a Juan de Mairena y por otros a Pálido fuego de Nabokov.
Planeaba aumentar la breve antología final con algunos fragmentos de Almiraphel. De haberlo hecho, las insuficiencias a las aludo en el párrafo anterior se hubieran vuelto todavía más evidentes. Y tantos hubiesen sido los cambios necesarios para poner Texto de Penélope al día, que he preferido no incluir esos suplementos, como tampoco he corregido las numerosas torpezas de una traducción que debió realizarse muy rápidamente en su momento.
Didier Coste (Mussidan , 1945). Escritor y poeta francés, traductor y catedrático de Literatura comparada en la Universidad de Burdeos III. Entre otros títulos, ha publicado novelas : La Lune avec les dents (París, Seuil, 1963), Le Voyage organisé (Seuil, 1981), Days in Sydney (París, Noesis, 2005) ; poesía : Vita Australis (París, Flammarion, 1981), La Leçon d’Otilia (París, La Différence, 1995) ; teoría literaria : Narrative as communication (Minessotta University Press, 1989) y traducciones de Arenas, Donoso, Puig, Durrell, Huidobro, etc. Ha recibido el Prix André Breton de poesía ; su célebre traducción de Paradiso de Lezama Lima (Seuil, 1971) obtuvo el Prix National de Traduction de Francia.
Bernardo Schiavetta (Córdoba, Arg., 1948). Autor de poesía y de narrativa en castellano, así como de poesía y ensayos en francés. Radicado en Francia desde 1971, ha cofundado y codirigido (1997-2010) dos revistas anuales franco-estadounidenses de investigación y de creación literarias, Formules y Formes Poétiques Contemporaines. Ha publicado, entre otros títulos, poesía : Diálogo (Valencia, Prometeo, 1983), Espejos (Madrid, Fundación Loewe, 1990), Entrelíneas, (Córdoba, Arg., Alción, 1992), Con mudo acento (Albacete, Barcarola, 1996) ; teoría literaria : Le Goût de la forme en littérature (Noesis, 2001) y algunas traducciones al francés de Borges, Eco, Sarduy, etc. Varios poemas suyos figuran en la antología de Jorge Monteleone, 200 años de poesía argentina (Buenos Aires, Alfaguara, 2010). Recibió en 1971 el Premio La Nación de cuento (compartido con Alberto Manguel) y su libro Fórmulas para Cratilo, (Madrid, Visor, l990) obtuvo el Premio Loewe. Su obra ha sido recibida polémicamente por la crítica española y latinoamericana.
NOTAS
1. Ver mi artículo, Mallarmé et la méthode du mirage, en Bilous, Daniel, Mallarmé, et après ? Fortunes d’une œuvre, París, Noesis, 2006, págs 69-93.
2. El término contrainte no tiene en español ningún equivalente exacto ; ver, en línea y sub verbo, mi artículo (en colaboración), en DITL, Dictionnaire international des termes littéraires.
3. Formules, revue des littératures à contraintes, y FPC, Formes poétiques contemporaines, fueron fundadas respectivamente en el 1997 y en el 2003. Un libro, Fécondité des formes symboliques, sintetizará y desarrollará los artículos de poética publicados durante los doce años que he dedicado a las dos revistas. Dirigidas a partir del 2010 por el prof. Jean-Jacques Thomas, ambas son ahora publicaciones de la cátedra Melodia E. Jones de la State University of New York (SUNY at Buffalo).
4. Diversas versiones parciales de la parte narrativa y de la traducción del poema babélico han sido publicadas en alemán, francés e inglés. El único fragmento publicado en castellano figura en el número 14 de Hablar de Poesía. Ver la rúbrica obras en preparación en el sitio www.bernardo.schiavetta.com.
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